Esta vez si somos puntuales. Poco antes de las 9 estamos cruzando el Puerto de los Leones, camino a San Rafael. El coche marca una temperatura de 4ºC, y bajando, las nubes gobiernan la cara norte de la Sierra de Guadarrama. ¡¡Vaya climatología para ser 15 de mayo!! Con estos datos, Gisbert se acongoja, pues ha venido de corto totalmente, y acaba de salir de una pequeña fiebre que había cogido esta semana.
Llegamos, salimos del coche, y hace rasquilla, si. Tras comprobarlo, Gisbert se mete en el coche para no perder el calorcito mientras maldice el clima, y la suerte que parece tener ultimamente. Pero de repente, me acuerdo que traigo en la mochila un maillot de manga larga que le entra perfecto y se pone muy contento, jeje. ¡Ya está todo ese tema solucionado!
Descargamos, nos preparamos y empezamos la ruta.
Todo comienza por una zona pegada a San Rafael de senderos rápidillos y divertidos. Pero estoy constantemente atento al GPS, pues en seguida nos desviamos y subimos para la montaña, con el objetivo de cruzarnos con el camino del Ingeniero en su fase final que nos catapulte por la parte más rápida y divertida hasta el comienzo de la subida al Collado Hornillo a través del GR88.
Este tramo es perfecto para entrar en calor como es debido, puesto que los preliminares entorno a San Rafael han sido muy breves. Para llegar, empezamos por una subidita de esas empinadas, que nos deja enseguida en la vereda.
Empezamos a surfearla, nos dejamos deslizar, pedaleo suave y constante, empujándonos los peraltes, flotando por las piedras y helechos. Cruzamos varios ríos, entramos y salimos varias veces de la montaña, rodeándola, fruto de la topografía, vaguadas y divisorias.
Reponemos fuerzas, a base de bebida energética "Monster" ,a la que Gisbert nos ha aficionado, y varios alimenos sólidos. Charla amena con varios ciclistas que estaban de ruta dominguera, pues se les veía en las pintas, y preguntas.
Nos vestimos y esta vez(la anterior vez, la de "La Jarosa", fuimos por el Valle de EnMedio) vamos por los senderos Flow, al ver que yendo por el Valle de EnMedio es poco disfrutón...Senderos que producen deliciosas trazadas, sonrisas y movimientos.
Las bajadas, siempre tan rápidas... Llegamos al Camping de Valle de Enmedio, lo rodeamos, evacuación menor, y empezamos otra subidita larga. Predecimos una horita mínimo, y no hasta arriba del todo, sino hasta Collado Gargantilla. Esta vez si subimos por el mismo sitio que la otra vez en "La Jarosa", puesto que nos gusta más que la opción posible de pista, y la otra poción de sendero, que ya probamos antes de crear el blog.
La subida se hace rapidita, la verdad...empezamos a coger soltura, pues llevamos varias salidas seguidas. ¡Ojalá esta asiduidad dure mucho tiempo! En seguida llegamos a la bajada de enlace al ultimo tramo, ya de pista, que sube. ¡¡Y ZÁS, EN TODA LA BOCA!! Galletón del menda en este enlace de bajada, tras dar un pequeño bote en una piedra, que en el aterrizaje, en lugar de ser perpendicular al suelo, caí inclinado con la consiguiente caida hacia el lado de la inclinación, posterior galleta en el lado derecho afectando a pierna, cadera y cara, además del brazo izquierdo nose por qué...
Mencionar la gran utilidad del casco, que mientras me golpeaba, sentía el contacto del casco como membrana protectora entre mi cabeza y el suelo, de manera que mientras me daba pensaba: "bendito casco".
Mientras aterrizaba mi cara cambió, como cuando sabes que ya has perdido el control...y pones esa cara de "ouch"...mientras ocurre lo indeseable.
Me quedo paralizado en el suelo, miro atrás, no veo a Gisbert que tarda un poco en llegar. ¡Resulta que se cree que le estoy esperando, oiga! jajaja...me ayuda a levantarme, me duele todo, no puedo caminar...se va pasando, veo que no es nada serio, muevo todas las articulaciones sin dolor interno...me tranquilizo...miro mis daños, miro los de mi copañera, estamos aparentemente bien, necesitamos un repasillo, pero estamos bien.
Gisbert me ayuda a limpiarme con el agua del camelback, y aprieto los tornillos de la bici que se han aflojado del control de cambio del plato...Si hubeira llevado ya rodilleras y coderas, posiblemente no me hubeira pasado absolutamente nada...pero no llevaba por dos razones: en este enlace tan corto no merece la pena pararse y perder tiempo en ponérselas, para segui rsubeidno en seguida, y que no las habíamos traido para esta ruta...¡fíjense! Siempre ocurre lo peor en los momentos menos propensos.
Pues nada, seguimos la ruta, por pistas y senderos muy bonitos que hacía mucho que yo no ciclaba, hasta llegar al cruce de las 3 provincias, Ávila, Madrid, y Segovia. Debida a la suficiente presencia de la primavera, todo está teñido de un tono amarillento de las flores que aquí habitan...
Paramos para hacer una pequeña ingesta de alimentos(juas, juas) y otra evacuación, esta vez mayor, por parte de Gisbert(juas juas juas), que no aguanta más... ya nose si lo que huele son las vacas de alrededor o el que será...pero em huele raro...jajaja, que gran puntazo de la ruta...
Nos montamos y proseguimos, vamos a hacer la trialera del Boquerón, trialera nunca hecha por nosotros, que resulta ser ligeramente disfrutable, debido al roce constante de las ramas laterales, pequeños pasos técnicos muy difíciles que nos hacen pararnos, y muchas zarzas en el camino....Gisbert siente pasión por ellas y se lanza a abrazarlas....¿pero que haces, hijo mio? Vaya chillidos pega, como un cencerro...¡y no es para menos! Deja sangre hasta en las botellas de la horquilla...
Bueno, seguimos para abajo, pasando por el tramo final muy divertido de la trialera.
Se nos ha hecho tarde, pero decidimos seguir la ruta sin acortar, subiendo Santa Quitería hasta el cuasi principio del "ingeniero". Tercera subida larga del día, que hacemos sin parar, llegando, por mi parte, exhausto.
Empezamos la Catedral de las Veredas....que resulta ser casi todo subida...es la parte dura de este sendero, parece ser....pero bueno, con inercia, puesto que es tarde, estamos agotados para quejarnos, y queremos llegar al coche...¡no paramos de subir, que incordio! Pero por fín llegamos a la bajada, que nos sitúa en el comienzo de la trialera "Picachu" donde nos lo pasamos genial, sin parar.
El entorno es precioso, pero la ciclabilidad estresante, puesto que es muy duro...pero por fín llegamos, tras algún útlimo tramo de "empujabike" y repeticiones de los senderos de salida, al coche.
Este es un lugar perfecto para hacer una ruta superdisfrutona a tope de potencia pero de pocos kilómetros, para divertirse al máximo en esta vereda del Ingeniero...Algún día hay que volver para hacer 10-15 kilómetros, pero a tope por estos caminos.
Todas las fotos en nuestra Galería Picasa.
Datos de la Ruta:
Distancia 42,5km
Altura máxima 1687m
Altura mínima 1250m
Ascensión acumulada 1546m
Tiempo total 6h38'
Tiempo en movimiento 4h25'
Tiempo parado 2h12'
IBP y perfil.
By Puro.